domingo, 23 de noviembre de 2008

30 minutos


Dicen que el tiempo pasa muy despacio. Dicen que el tiempo va contrarreloj. Unos se ahogan en el día a día y otros nadan en el “Carpe diem”.

Pero a mi me bastan treinta minutos.


Te lo podría contar en ese mismo tiempo y aún me sobrarían unos veintinueve minutos… no me crees cuando te digo que quiero dibujarte porque no veo musa mejor, y vestirte de colores. No me crees cuando te digo que no quiero cambiarme por nadie y que aún puedo gritar más, pero no decirlo más claro. No me crees cuando te digo… lo que quieras, y no me crees cuando te digo que me creas.

Y aún así me bastan treinta minutos.

Hay gente que pide la eternidad, beber de esa fuente que tiene el agua milagrosa que ofrece el don de la inmortalidad… hay gente que quiere correr contra la vida, gente que pide más tiempo. Pero todos ellos no saben que con treinta minutos me hacías feliz, y que ahora ese trocito de día es el más largo.
Quiero verte por mi puerta de cristal cada una de mis tardes de neón. Que me mires y me vistas de azul.
Y como hace más bien poco te dije en un magnífico cuento… “ y fueron felices y comieron perdices”. ¡Ah no! es mejor decir “ y serán felices y comerán perdices”.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Echo de menos


Aún no sé el por qué pero… echo de menos cosas que nunca tuve. Cosas simples, casi imperceptibles en una vida llena de rutinas, pero cosas.
Echo de menos despertar y abrir los ojos sin más. Echo de menos llorar sólo de alegría y dormir cuando me plazca. Echo de menos despertarme y volverme a dormir. Echo de menos querer y poder; silbar y tenerte; soñar… echo de menos soñar.
Llenar mis noches de aquellos sueños, donde mi legado era un magnífico castillo en algún lugar del mundo, y ser despertado por uno de tus besos… sí, aquellos sueños que nunca tuve eran increíbles.

Dicen que si se desvelan los sueños se quedarán en sólo eso, en sueños. Por eso, ya no quiero dormir más, prefiero seguir soñando despierto. Me conformo con poder navegar en el azul de una mirada y poder andar sin mirar mi sombra. Ahora sueño cuando me despiertas, cuando me susurras, y cuando escucho una risa llena de intenciones.

Ahora estoy despierto…

Ahora sueño…