sábado, 4 de junio de 2011

Mi Edén


Y con el Otoño la caída de las hojas, su cambio de color... empieza el frío, la lluvia... sigue la tristeza de querer llorar.
Lamento la tragedia, de verdad, pero no soy culpable.
Pienso. Solo pienso. Pienso sólo. Y en mis disparatados pensamientos puedo incluso crear un Edén de este tenebroso lugar. El verde me sostiene, como yo sostengo la sonrisa entre goma y goma.

Dijiste que no me soltarías. Y ahora ha llegado el Otoño. Te avisé de mi miedo a las alturas, al silencio. Te avisé de que me agarraría.

No quiero canciones de cuna ni besos en la frente. No quiero dormirme más si sé que no volveré a despertar. No quiero. No quiero más, de verdad. No me mires como a un loco. Hazlo como a una hoja en Otoño.

jueves, 19 de mayo de 2011

Domingo... a mi manera


Esta es mi tarde de Domingo... a mi manera.
Sólo aunque me acompañes, y una tarde es mucho para tentarme sin llegar a la madrugada.
Ya te dije lo que soy.
Créeme aunque te mienta.
No sé vivir sin ti. No sé vivir contigo.

viernes, 7 de enero de 2011

Desde lo alto


Te miro, me miro, y solo me quiero tirar de lo alto de mi corazón
Que son las noches las que me cuentan historias de besos sin recato, susurros entre muerdos y deseos en tus ojos
Que son mis sueños los que me hacen sentir el más pequeño cuando despierto y no te siento
Los abrazos sin probar y las ganas de deseo se amontonan en un cuerpo, que sin fuerzas ni aliento, desespera por algún intento lleno de verdades. De sentimientos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Poeta de alcantarilla


Ella llegó en un sin vivir, paso a paso, sin mediar palabra. Navegando en una mirada...
Un año más.
Un año menos.

Historias vagabundas, historias de piratas que me dejan su marea
en cada ola de sus miradas, y arrastra toneladas de arena
que ni peso tiene
que ni para medir el tiempo sirve.

Mojó con lágrimas de mi vida
los versos de tinta guardados para ella...

Ya he enterrado mi alma.
Ya descansa en paz. Ya descansa en vida un pirata,
un poeta de alcantarilla.

Porque no creo que de nada valga
que te cuente si son las cuatro de una madrugada
o si aún entra el Sol por la ventana.
No vale de nada que te diga que cada día de tormenta
deja rastros de mi vida.
Ni si me quedo.
O si me voy.

O decirte el por qué los días de lluvia amanece más tarde.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Trampa


Porque por las trampas del azar caí en la dulce locura de tu manga.
Porque guardabas un As y no quise decir nada.
Porque preferí ser reo sin reloj y tener que contar el tiempo de aquí a la eternidad. Segundo tras segundo. Minuto a minuto.
Y contar con días enteros. Enteros para tí. Enteros para quererte.

Porque por querer, te quiero. Y porque por quererte... muero.
Porque muero cuando mezclas mi mirada con el mar de la tuya, y porque vivo cuando sellas mis labios con la sola huella de los tuyos.
Porque puedo quererte de mil maneras. Sólo tienes que elegir una. O mil.
Porque daría mi gravedad para que jugaras conmigo.
Porque te daría el mapa del tesoro con la "X" marcada. Y porque quisiera ser el guión de aquel libro que reposara en tu almohada cada noche de tu trampa.

Porque sí. Porque se disuelva el humo dejando nubes blancas.

Porque sigo preso de tu As... y porque para contarte, escribo.

martes, 22 de septiembre de 2009

1, 2... 3


Porque no sabes lo que pasa.
Porque no entiendes nada.
Porque te cuesta diferenciar sentimientos, estados.

De estas noches extrañas, en las que todo pasa demasiado rápido como para saber diferenciar realidad y ficción.
Noches en las que un segundo antes o más tarde hubiera cambiado el orden de muchas cosas… y llegas a pensar en la importancia del destino.

Sabes que los dos estáis recostados en la pared, espalda con espalda, pensando, pensando, pensando… importancia de tanto, importancia de nada.
Lo que no sabes es que entre una espalda y otra sólo separan unos centímetros escasos de pared… y no hay pared que no pueda derribarse.

No sabéis que la clave no está en seguir espalda con espalda,
Y no sabéis como derribar ese muro si las manos van hacia adelante.

Daros la vuelta.
Giraros, por favor.
No seáis tontos, y mirad a la pared.
Y a la de tres empujaréis a la vez… lo echaréis abajo.

1.
2.
3.

Disfrutad de cada momento como si se tratase del último.
Que cada momento sea vuestro.
Que cada bombeo de corazón sea más fuerte que el anterior.
Y…

viernes, 19 de diciembre de 2008

107 - 217


Ya es seguro. No sé soñar cuando duermo, y lo hago nada más cuando abro los ojos y te veo, y me miras. Y con voz suave, para no despertar a la cordura, me das los "buenos días" con otras dos palabras.

Hacía tiempo que no era capaz de pensar en una sola cosa, siempre se arremolinaban todas las historias que intentaban volverme aún más chiflado.
Ahora sé que lo estoy... sí. Pero tú lo estarás. Y será un placer enseñarte mi mundo. Como si se tratara de Nunca Jamás... sin relojes que midan el tiempo, sin trabajo, sin jefe, sin agobios ni órdenes. Cuando tengas hambre sólo tendrás que imaginar lo que quieras comer, y cuando quieras dormir... me llamas. El volar ya no sólo quedará para los cuentos, volarás a diario, sin alas, sin plumas... con ganas, con locura.
Aquí no hay dudas, no hay envidias ni pecados capitales. Vivirás como quieras, y yo viviré si te quiero.

Unos dicen que estoy loco. Yo pienso que ellos no viven.

Ese es mi mundo, y si quieres... el tuyo.

Y aún es este mundanal mundo, supuestamente de cuerdos... vive, vuela, sueña... y hazme soñar con tus "buenos días".