viernes, 19 de diciembre de 2008

107 - 217


Ya es seguro. No sé soñar cuando duermo, y lo hago nada más cuando abro los ojos y te veo, y me miras. Y con voz suave, para no despertar a la cordura, me das los "buenos días" con otras dos palabras.

Hacía tiempo que no era capaz de pensar en una sola cosa, siempre se arremolinaban todas las historias que intentaban volverme aún más chiflado.
Ahora sé que lo estoy... sí. Pero tú lo estarás. Y será un placer enseñarte mi mundo. Como si se tratara de Nunca Jamás... sin relojes que midan el tiempo, sin trabajo, sin jefe, sin agobios ni órdenes. Cuando tengas hambre sólo tendrás que imaginar lo que quieras comer, y cuando quieras dormir... me llamas. El volar ya no sólo quedará para los cuentos, volarás a diario, sin alas, sin plumas... con ganas, con locura.
Aquí no hay dudas, no hay envidias ni pecados capitales. Vivirás como quieras, y yo viviré si te quiero.

Unos dicen que estoy loco. Yo pienso que ellos no viven.

Ese es mi mundo, y si quieres... el tuyo.

Y aún es este mundanal mundo, supuestamente de cuerdos... vive, vuela, sueña... y hazme soñar con tus "buenos días".