Mirada de ojos rojos

Siempre te imaginas que será como un cuento de "érase una vez" de dragones y princesas, donde tu papel es ser príncipe.
Cuento donde todo sea perfecto, con sus aguas claras, bosques abundantes y hasta con nubes doradas que juegan contigo a las figuras. Cuento que se acaba cuando te comes la última perdiz.

Pero llega el momento en el que sabes que eso no es la perfección. Tu imagen de la perfección ha cambiado... y ahora sabes que ella ya es perfecta.
La perfección ahora es poder decir palabras sueltas que lo dicen todo, sin necesidad de crear frases cruciales. El mirar algo y saber que los dos pensamos lo mismo. El sonido de la "s" en tu boca. El estar, simplemente, ya es perfecto.
Tener nuestros momentos inmortalizados con tu cámara de botón susceptible, donde quedan aquellos paisajes, personas que no saben de la importancia de esa foto... y nuestras miradas con los ojos rojos.

Pero esque cuanto más te olvido, más te quiero.

00:52

Sabes que algo ha terminado cuando te das cuenta de que eso que quieres ya no puedes tenerlo.
Sentirse atrapado por el deseo de querer y no poder. Como cuando éramos niños y estábamos castigados a no poder salir a jugar... Mirábamos la calle por la ventana de nuetsra habitación con el ceño fruncido en señal de enfado y rebeldía. Y lo peor era cuando llamaban tus amigos para intentar, en vano, convencer a tu madre.
Ahora miro por la ventana sin estar castigado, y veo todas aquellas veces que hemos jugado sin permiso, aquellas mentiras que dijimos para camuflar nuestro deseo, y aquellas continuas ganas de escaparnos.

Pero... ¿quién dijo que sería fácil?

Aquellos días que antes eran horas, se han convertido en años. Ya no pasa el tiempo como antes. Cuando mandaban sobre el reloj largas charlas mirándonos a los ojos con una media sonrisa plasmada en la cara, tendidos sobre una toalla mirando qué estrella era la que aparecía.

Todo cambia, hay que asumirlo. Asique mientras tanto me conformo con poder seguir hablándote a las 00:52.

Barco de papel

Muchos días despertamos pensando en poder quedarnos cinco minutos más abrazando a la almohada. Otros somos unos meros espectadores de veinticuatro horas que pasan de largo por delante nuestra.
Hay días en los que con tan solo mirarnos al espejo nos crecemos, como si fuéramos superhéroes. Pero también los hay en los que tan solo somos barcos de papel, que cuando se mojan se hunden.

Hoy soy un barco de papel en plena tormenta.

Por qué te quiero en 65 palabras

Te quiero porque creo que entiendes como soy. Te quiero porque a ti te puedo contar lo que a nadie le puedo contar. Porque puedo sentir que mi vida a tu lado cobrará sentido y dejará de ser vacía. Te quiero porque me preguntaste cuántos años tenía cuando murió mi padre y eso nadie me lo había preguntado jamás. Te quiero tanto que me gustaría…